lunes, 14 de diciembre de 2009

Prohibido fumar

Hay que ver cómo cambia la gente: los mismos que hace unos años defendían porro en mano y en pelota viva el eslogan prohibido prohibir de la anarquía hippie ahora quieren imponer la prohibición de fumar tabaco en todos los bares y restaurantes.

He echado un vistazo a las encuestas de opinión que se están realizando en internet acerca de la próxima ley del Gobierno, y me ha llamado mucho la atención que a casi todo el mundo le parece bien esta ley. Yo soy fumador, pero antes que eso, defensor de la libertad y de la economía legislativa. Por eso, no deja de sorprenderme que la gente esté tan dispuesta a que un Parlamento decida recortar la primera y dinamitar la segunda. Porque aquí la cuestión principal no es que el tabaco moleste o no a la mayoría de la población, sino que quien tiene un restaurante o un bar ha de tener la libertad de decidir si prohíbe o no que se fume en su local, que para eso le ha costado su dinero adquirirlo y para eso es su negocio. Y si a uno no le gusta que se fume en un bar, que castigue al que lo permite marchándose a otro en el que esté prohibido.

Dejemos la cuestión en manos del pueblo, no permitamos que se nos regule hasta el momento en que hemos de ir a mear. Las leyes, cuantas menos, mejor, que si no se devalúa su importancia y vivimos asfixiados.
PAT

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