sábado, 6 de junio de 2009

No es País para Idiotas

Leire Pajín: «Les sugiero que estén atentos al próximo acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta: la coincidencia en breve de dos liderazgos progresistas a ambos lados del Atlántico. El mundo vive ahora un momento de transición entre dos eras».

Este elemento (o esta elementa, como a ellos y ellas les gusta) es Secretaria de Organización del PSOE. Pero no se preocupen, no pasa nada, es un puesto en el que no se debe exigir mucho ya que su antecesor fue nuestro amigo Pepiño. A alguno le sigue sorprendiendo frases como la que encabeza este comentario, pero la mayoría de los españoles acudimos a las casas de apuestas para jugarnos nuestros euros, tratando de acertar quién será aquel que vuelva a meter la pata y cuándo. De todas formas, si no apostara por ellos, Papá Estado vendría a por mi dinero para financiar bautizos civiles a ciertos personajillos.


Sobre el contenido de la frase, ¿qué decir? Pues nada. Obama no es Zapatero. Y, por supuesto, Zapatero no es Obama. Nuestro presidente no duraría ni una tarde gobernando los Estados Unidos, simplemente sería sacado por la puerta de atrás de la WH por liberal. Así es, señora Pajín. Así es. No hay nada peor en Norte América que ser un político liberal. ¿O es que creen que los americanos desconocen que Zapatero no se levantó (es más, se sentó) al paso de las barras y las estrellas? Y no sólo eso, señora. Pocas horas después, el Presidente Obama se olvidó del otro lider planetario en su discurso en El Cairo, centrándose exclusivamente en el liderazgo turco de la Alianza de Civilizaciones. Plantetaria Estupidez, señora Pajín.

Pero esta última semana de campaña (el Domingo hay elecciones al Parlamento europeo, por si alguien se olvidaba) ha dado para mucho más. No podíamos olvidarnos de Pepiño Blanco. Con todo el traqueteo acerca del uso del Falcon con fines partidistas y las acusaciones del PP, nuestro pequeño -intelectual y fisicamente- amigo decidió sacar a su partido del problema. Y no se le ocurre otra cosa que dar datos secretos sobre la seguridad del Presidente Aznar, afirmando que cuenta con 51 guardaespaldas a su servicio.

Se ha encrontado con un educado reproche de todo su partido -excepto por parte de Gabilondo, que debió ser el primero en hablar y dijo que si así era, le parecían demasiados- y de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Pepiño, el Presidente Aznar salvó la vida milagrosamente en un atentado de ETA y, además, también amenzado por el terrorismo islámico.
JML

viernes, 5 de junio de 2009

La última gilipollez

Amaya Montero y Carles Sanz son los padrinos, Pedro Zerolo el cura y Cayetana Guillén-Cuervo y Omar Ayashi los padres, con la pobre víctima del hijo de éstos, Leo, de tan sólo tres años.

En el absurdo intento laicista de crear una España sin Dios pero manteniendo sus tradiciones, primero les dio por llamar matrimonio a la unión entre personas del mismo sexo, y la última gilipollez por la que les ha dado es la de celebrar "bautizos civiles" o "bienvenidas democráticas" o si lo prefieren, por qué no, podemos llamarlos también "matrimonios".

Estos disparates se podrían describir como tales desde numerosos puntos de vista, pero prefiero centrarme en estas líneas en uno de los que me parecen más graves: el jurídico.

Si los grandes juristas que ha dado España levantaran la cabeza (algunos todavía viven, pero, cobardes, no la levantan de sus libros, de sus ombligos o de alguna que otra política entrepierna) se preguntarían qué narices entendimos de sus lecciones magistrales. Porque el Derecho Civil -esencia del Derecho- no es un capricho, unas normas que se establecen arbitrariamente y que, al igual que son unas, podrían haber sido otras, sino que responden a la recta ordenación de la realidad conforme a lo que la honrada razón entiende que es justo y conforme a la naturaleza humana y a su dignidad. Ésto, en cuanto al al "matrimonio" entre personas del mismo sexo.

Pero nuestro gobierno de bachilleres no sólo no entiende de Derecho Privado, sino que también, a golpe de ignorancia, de hoz y de martillo, va detrás de difuminar o, quizás de saltarse a la torera, lo que toda la vida hemos entendido por Derecho Público. La próxima propuesta que promoverá el señor o señora (no sé bien qué rol habrá escogido en su nueva vida) Zerolo será la creación de un registro de "bienvenidas democráticas".

Vamos a ver: primero, el bautismo canónico, al igual que cualquier esperpéntico intento de imitación "por lo civil" de las formas -al fondo no llegarán nunca- del mismo, no produce efecto civil alguno; segundo, los registros son instrumentos públicos que tienen como misión dar publicidad a aquellos hechos que tengan relevancia a efectos civiles; conclusión: es absurdo crear un registro civil de "bienvenidas democráticas" (da vergüenza emplear esta expresión).

Dicho de otro modo: el "bautismo civil" es algo de interés estrictamente privado, sin consecuencias en la vida pública y, por tanto, es absurdo invertir el dinero de nuestros impuestos en dar publicidad a algo que no es de interés público.

Así funciona la inteligencia: dando un paso detrás de otro, y no tratando de imponer tozudamente extraños clichés ideológicos. Quedamos en espera de su próxima ocurrencia, señor Zerolo y señoritas varias de la farándula hispanocateta.
PAT